El sector de la construcción en Argelia se sigue mostrando sólido.

País cuya economía depende casi en exclusiva de la producción de hidrocarburos, con apenas producción local y como consecuencia de ello demandante de todo tipo de bienes y equipos.

Dentro de nuestro sector, y finalizado ya el plan quinquenal anterior con un porcentaje de finalización cercano al 50%, se pone en marcha una nueva acometida con el horizonte temporal de 2014-2019 y en el que la obra pública llevará el peso del mismo con especial énfasis en la construcción de infraestructuras para el sector transporte.

En términos de vivienda residencial, si bien los planes son ambiciosos, la realidad muestra que apenas un pequeño porcentaje de los proyectos son finalmente acometidos. En este sentido, las constructoras españolas –embajadoras y, esperemos, demandantes en buena medida de los equipos españoles- tendrán mucho que decir al tener ya una presencia notable en el país.

Si bien Argelia es un mercado fiel para las empresas españolas, hay que reseñar la influencia de nuestra competencia china, italiana o turca – y en menor medida de otros países europeos – . A esta circunstancia hay que sumar la dificultad de encontrar socios locales apropiados y la idiosincrasia local, a veces la mayor barrera, que hacen del país un mercado atractivo pero desde luego de complicado acceso.