Situación y previsiones en España
Un mercado reducido a su mínima expresión, pero que finalmente crece
En el contexto de la vivienda, el reajuste de precios ha conseguido prolongar el buen momento del mercado inmobiliario mayorista. Sin embargo, la mejora está tardando mucho a llegar a la compraventa minorista y todavía más al mercado de la construcción propiamente dicho. Durante 2014 la producción residencial ha seguido bajando (-6,5%) pero la novedad es que se ha interrumpido el descenso en los trámites de vivienda de nueva planta, lo cual permite albergar esperanzas para un 2015 finalmente en positivo (+5%). A corto plazo convivirán zonas del país en donde sí se dan las condiciones para reemprender la promoción con otras en donde la crisis se prolonga. Si sólo está justificado producir cuando y donde se produce una demanda inequívoca, es difícil plantear escenarios de crecimiento sustancial, por lo que las previsiones 2016 (+9%) y 2017 (+11%) son tan solo robustas en apariencia.
La situación no es demasiado diferente para la edificación no residencial, donde también contrasta la animación que se percibe en el mercado inmobiliario con la virtual parálisis en términos de producción de nueva planta. El sector no residencial está reaccionando más lentamente que la vivienda, de manera que tendrá que afrontar dos años de contracción (-3,5% en 2014 y -5,5% en 2015) antes de reencontrarse con el crecimiento en 2016 (+2%). Los primeros signos de recuperación están llegando de la construcción industrial, mientras que la edificación para usos terciarios sigue sin generar demanda de nueva planta.
El mercado de la ingeniería civil ya ha tocado fondo y empieza a dar los primeros síntomas de crecimiento en 2014 (+2,6%) con una cierta garantía de que la mejora tendrá continuidad en 2015 (+5,4%). Se trata de un repunte forzado artificialmente por la secuencia de elecciones del 2015 por lo cual existe la posibilidad de que acabe siendo un fenómeno de corta duración. Para que la recuperación se consolide, aparte de no padecer sobresaltos macroeconómicos, habría que contar con más inversión privada, hasta el momento bastante recelosa del mercado español de infraestructuras. Mientras tanto, se proponen unos escenarios de avance del +2,4% en 2016 y +3,5% en 2017, que reflejan la situación de unas administraciones públicas que consiguen ir ampliando su margen para invertir, pero que todavía tendrán que seguir comprometidas a contener sus déficits.
Fuente: Euroconstruct
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