Posición del Consejo sobre la propuesta de Reglamento de ecodiseño de productos

El día 22 de mayo, el Consejo ha adoptado su posición sobre la propuesta de Reglamento emitida en marzo de 2022 por la Comisión, cuyo propósito es el de establecer un marco normativo para la determinación de los requisitos de diseño ecológico aplicables a los productos sostenibles.

La nueva propuesta se basa en la Directiva 2009/125/CE sobre diseño ecológico vigente, pero la amplía para cubrir la mayoría de las categorías de productos (eximiendo únicamente a los alimentos, piensos, medicamentos y productos veterinarios y vehículos de motor) e incluye nuevos requisitos como la durabilidad, la reutilización, la posibilidad de actualización y la reparabilidad del producto; presencia de sustancias que inhiben la circularidad; eficiencia energética y de recursos; contenido reciclado, remanufactura y reciclaje; huella de carbono y ambiental.

El Reglamento también tendrá por objeto facilitar la circulación de dichos productos en el mercado único. Para ello, se establece un nuevo "Pasaporte Digital de Producto" donde se incluirá la información sobre la sostenibilidad ambiental de los productos. Este pasaporte ayudará a los consumidores y a las empresas a tomar decisiones informadas a la hora de comprar productos y ayudará a las autoridades públicas a realizar mejor los controles y las verificaciones.

La posición del Consejo aclara cómo deben participar los expertos de los Estados miembros, pero también otras partes interesadas, como la industria, a la hora de desarrollar los futuros requisitos de diseño ecológico. También aclara los criterios y aspectos que deben considerarse antes de desarrollar los requisitos de diseño ecológico.

La posición del Consejo excluye los vehículos de motor de los grupos de productos cubiertos por esta Directiva, ya que existen leyes específicas que abordan el impacto medioambiental de los automóviles.

Por último, el Consejo propone establecer un período transitorio mínimo de 18 meses a partir de la entrada en vigor del acto delegado que establezca los requisitos de diseño ecológico para un producto en cuestión, dando así el tiempo necesario a los agentes económicos para poder adaptarse a los nuevos requisitos. Los Estados miembros también disponen de 2 años para adaptar y adoptar las medidas nacionales necesarias, incluidas las relativas a la vigilancia del mercado y las multas.

Tan pronto como el Parlamento adopte su posición, darán comienzo las negociaciones entre el Consejo y el Parlamento con la finalidad de alcanzar acuerdos sobre la propuesta legislativa de la Comisión.